Más allá de la adopción de nuevas tecnologías, la transformación digital supone un cambio profundo que afecta a toda la organización. Por eso, de nada sirve estar a la última en tecnología si no existe una cultura empresarial que lo respalde: la sinergia cultura-tecnología ha dejado de ser una simple opción. Ahora, es un requisito.
Empresas, equipos y clientes. La transformación digital es la evolución de cómo estos tres actores interactúan entre sí, cómo procesan la información y cómo mejoran sus operaciones. Y, desde este punto de vista más social, no hay duda de que la cultura juega un papel esencial.
La transformación digital en el panorama empresarial
Con un 85% de empresas que han iniciado su proceso de digitalización, España se sitúa en una posición de liderazgo en la transformación digital de los países hispanohablantes. Así lo defiende el informe «Think Digital Report 2022: Barómetro sobre la transformación digital en España y Latinoamérica«, realizado por Inesdi Business Techschool.
Ya el 65% de las organizaciones en el país comenzó su proceso de transformación digital hace más de un año, y se espera que un adicional 64% se sume a esta tendencia en 2023.
¿Y en Latinoamérica? Siguiendo con el informe, el 71% de las empresas ha iniciado su proceso de transformación digital, con países como Colombia (80%), México (74%), Argentina (74%), Perú (65%) y Ecuador (58%) a la vanguardia.
Sin embargo, no todo es optimismo. A pesar de los considerables avances, la transformación digital todavía enfrenta obstáculos significativos. La resistencia cultural, la falta de habilidades especializadas y la coexistencia con metodologías tradicionales son barreras que aún deben superarse.
Una cuestión de cultura
En la carrera hacia la transformación digital, las empresas a menudo se ven en la encrucijada de decidir entre contratar expertos externos o invertir en la capacitación interna para adquirir nuevos talentos y habilidades. Si bien la digitalización de productos y servicios es una prioridad, la innovación emerge como una faceta esencial para adaptarse a este nuevo paradigma.
Más allá de la inversión tecnológica y la adquisición de herramientas vanguardistas, la cultura empresarial se destaca como una pieza fundamental en este proceso. De hecho, el informe «Think Digital Report 2022» subraya la necesidad de contar con un propósito claro, una visión digital y un liderazgo abierto que fomente la colaboración transversal para consolidar la digitalización.
Ya en 2017, un estudio de Capgemini arrojó luces sobre este tema, revelando que el 62% de las empresas percibe la cultura corporativa como el principal desafío al embarcarse en la transformación digital. Esta cultura no solo determina cómo se toman decisiones y cómo se trabaja en conjunto, sino que debe ser un reflejo de valores que promuevan la innovación, la adaptabilidad y un aprendizaje continuo. Así, las organizaciones podrán responder con agilidad y éxito a los desafíos del dinámico panorama digital actual.
Barreras culturales para la transformación digital
Si bien España ha demostrado un compromiso y un crecimiento significativos en el área de la transformación digital, aún existen barreras culturales que obstaculizan la total incorporación de la transformación digital en el tejido empresarial del país. Entre ellas:
La resistencia al cambio
Esta barrera cultural se manifiesta en el temor al mundo digital y en la reticencia a dejar atrás sistemas y procesos tradicionales. Las empresas, a menudo, diseñan estrategias de digitalización muy prometedoras, pero fracasan al intentar implementarlas. Para superarla, es esencial llevar a cabo acciones concretas que materialicen el cambio, estableciendo metas claras y utilizando herramientas adecuadas.
Déficit de habilidades digitales
Según un informe de Telefónica sobre la sociedad digital en España 2022, solo el 17% de las empresas españolas tienen especialistas en tecnologías digitales en su plantilla. Es imperativo que los empleados estén equipados con competencias digitales para enfrentar con éxito los desafíos de la era digital. Esta carencia refuerza la necesidad de una formación continua y de la inversión en capital humano especializado.
Comunicación ineficaz
Una comunicación clara y efectiva es crucial para cualquier proceso de cambio. Si los beneficios y estrategias de la transformación digital no se comunican adecuadamente a todos los niveles de la empresa, puede surgir resistencia, confusión o incluso rechazo. La dirección y los equipos de RRHH juegan un papel crucial en este aspecto, ya que son responsables de guiar y supervisar la correcta implementación de la estrategia digital.
Liderazgo inadecuado y falta de compromiso
Las empresas deben ser auténticas en su proceso de transformación digital, manteniendo sus valores y objetivos claros. Adoptar modelos o estrategias ajenas sin adaptarlos a su propia realidad puede ser perjudicial.
En este punto, la figura del líder es esencial. Las empresas necesitan un liderazgo firme, capacitado y con visión de futuro, para que la transformación sea efectiva. La digitalización no es un proyecto a corto plazo; requiere un compromiso continuo, estratégico y supervisado para garantizar su correcta implementación, y, sin un líder fuerte, este proceso se complica.
Cómo impulsar la transformación digital en tu empresa
Para adaptarse con éxito a la era digital, las empresas deben realizar ajustes estratégicos y fomentar ciertas actitudes y valores entre sus empleados:
- Mentalidad de aprendizaje continuo. Fomentar la capacitación, actualización y experimentación constante es vital para la transformación digital. Esta mentalidad proactiva no solo permite responder a las innovaciones, sino también anticiparse a ellas.
- Liderazgo proactivo y comprometido. Es esencial que los líderes de la organización comprendan la importancia de la digitalización y se conviertan en ejemplos de su implementación y beneficios.
- Trabajo en equipo y colaboración. El éxito en la era digital requiere una aproximación interdepartamental. Al priorizar un entorno colaborativo, se elimina la existencia de silos, promoviendo un flujo de información efectivo y soluciones integradas.
- El fracaso como parte del proceso. El camino hacia la digitalización está lleno de ensayos y errores. Las empresas deben crear una cultura donde se vea el fracaso no como un final, sino como una oportunidad de aprendizaje.
- Una cultura de innovación. Es vital alentar la creatividad, la toma de riesgos y recompensar a aquellos que buscan soluciones fuera de lo convencional.
Más allá de la tecnología, la transformación digital es una combinación de las herramientas adecuadas, la mentalidad correcta y una cultura empresarial adaptativa.
Las personas: el núcleo de la transformación digital
La verdadera esencia de la transformación digital en las empresas reside en su gente. Más allá de las avanzadas herramientas y tecnologías, son las personas las que impulsan, adaptan y encarnan los cambios necesarios para navegar en el mundo digital.
La resistencia al cambio puede ser un desafío, pero al escuchar, capacitar y empoderar a los equipos, las organizaciones pueden superar obstáculos y alinear su cultura con la visión digital del futuro. Reconocer y valorar el papel central de las personas en la transformación digital es esencial para el éxito a largo plazo.